Estos últimos días he utilizado el servicio de Trasmilenio de forma constante y es penoso lo que miles de bogotanos deben enfrentar día a día. Al parecer la medida del pico y placa todo el día incremento el número de usuarios a tal medida que la congestión prácticamente a todas horas es constante en nuestro sistema de transporte masivo.
Y la evidencia más fuerte, es que ya no solo hay puertas de buses que difícilmente se cierran por los cientos de personas aspirando a un cupo en el articulado, sino que se presentan constantes “trancones” de Trasmilenio tanto en estaciones, como en tránsito, lo que hace concluir que la infraestructura llego a su límite… Mi previsión es que ya no hay teoría de colas que aguante una óptima distribución… conclusión el sistema esta colapsado.
Será que con tanta evidencia, la administración distrital no tendrá que darle tantas vueltas al tema y permitirá tomar una decisión de fondo, respecto de inversión en medios de movilidad robustos para la capital.
