domingo, enero 28, 2007

Un día en cicla por Bogotá

Pues tanto han hablado del uso de la bicicleta en Bogotá, que un día cualquiera para ir al trabajo en vez de tomar el acostumbrado bus urbano y considerando que mi lugar de vivienda es a unos cinco kilómetros, decidí montarme en mi caballo de acero, corbata en su lugar, saco de paño, casco deportivo y salir a alcanzar mi lugar de trabajo en mi nuevo vehículo.

Al principio todo iba bien, ya se me hacían sospechosas las sonrisitas de las colegialas esperando el bus y obreros compañeros de ruta en sus potros de acero, al verme por las calles con mi seductor semblante, (De seguro me debería ver muy gracioso con esta colosal pinta, pero en realidad también es bueno ser el payaso de la fiesta de vez en cuando), cuando tome la carrera 15 frente a unicentro empezó la aventura, una vez tome la 127 hacia la séptima el tráfico se puso muy pero muy pesado, el paso de los carros a alta velocidad en mi costado era inestabilizante y cuando llegaba a una intersección… ruegue porque alguien no le tirara el carro encima, lo mejor fue cuando llegue al puente de la 127 con novena, necesitaba subir el puente pero antes de ello hay tantas bifurcaciones a la vía que se hace una tarea titánica y peligrosa mandarse para tomar el puente, en fin no sigo contando los detalles porque ya se lo imaginaran, llegue al trabajo con un sentimiento de jubilo porque había sobrevivido, pero de preocupación ya que tendría que devolverme.

El regreso fue aun mas interesante, al ver el tráfico de la anterior ruta decidí tomar la 134 y después tomar la 19 al sur, pero ohh no… que paso toda la tarde de ese día estuvo lloviendo, afortunadamente no estaba lloviendo cuando salí, pero las vías estaban empapadas y encharcadas, no le preste mucha atención a ello hasta que me di cuenta del inconveniente. Debido a que conservaba la derecha de la vía donde supuestamente transitan los vehículos lentos como yo, al estar muy cerca de la aserá, todos los charcos estaban en mi sendero… los que montan cicla ya saben lo que significa, y como en Bogotá todo es al revés entonces el carril derecho es donde van todos con la chancleta a fondo, que paso… que tenia que pasar por el medio de charcos y huecos porque al mínimo movimiento para exquivarlos el carro que venia enmierdado me echaba la madre con su amable claxon. Lo mejor fue cuando llegue a la 19, ohhh que sorpresa en toda la avenida 19 hay ciclo ruta, claro pero preciso de la 134 a la 127 no existe!!! En único trayecto que no existe…. No eso solo me pasa a mi, este es el único pedazo que debo transitar de la avenida 19… en fin, pues toco seguir por la vía de los vehículos mamándome los charcos y de milagro que no me llego el barro a la boca.

Finalmente arribe a mi morada, con el saco salpicado en la espalda de los amables charcos de la vía, los zapatos igualmente sucios y la moral baja de ver una ciudad cada vez mas despedazada con unos niveles de movilidad precarios para sus necesidades, ahh lo único bueno es que la corbata no se ensucio.. por lo menos.

Conclusión, ese cuento de ir al trabajo en cicla es pura #$%$##@ , guardare mi cicla para salir el domingo a la ciclovia y eso si esta haciendo un sol espectacular porque de resto en esta ciudad ese medio de transporte no sirve para nada mas… a seguir cogiendo bus.